PARAISOS DE GUERRERO

Varios sitios con playa y el encanto de la costa guerrerense

inician el desfile de paraísos escondidos que no le piden nada a su

famoso hermano costeño, Acapulco.

Petacalco, El Atracadero, La Saladita, Troncones están ahí,

tranquilos y callados en espera de quienes gocen de su arena

candente.

Un entronque de carreteras conocido como La Salitrera nos

anuncia que muy pronto llegaremos a Ixtapa, con sus playas

magníficas y la isla del mismo nombre, también con una deliciosa

y segura playa de suave oleaje, con aguas cristalinas y el clima

cálido y húmedo de la costa.

 

¿Las playas de Ixtapa? Aquí están: Playa Quieta, Playa Hermosa,

Don Juan, Don Rodríguez, Cuatas y Playas del Mar.

 

Zihuatanejo

 

Vecino de Ixtapa es el famoso

Zihuatanejo, lugar de sorpresas a

cada paso, rodeado de colinas

selváticas y con estupendos sitios

para practicar el buceo y la

navegación.

 

Zihuatanejo fue también

embarcadero de ricos minerales de

la región y maderas duras para la

construcción. Sus playas La Madera,

La Ropa y Las Gatas no desmerecen

en nada en paisajes y servicios.

Saliendo de Zihuatanejo, rumbo a Acapulco, se encuentran los

verdaderos paraísos secretos. Después de la Barra del Potosí y

su laguna donde se pueden pescar excelentes ejemplares, nos

dirigimos a las playas Joluchuca y Cayacal, para arribar poco

después a Puerto Escondido, en la ensenada de Papanoa. Nos

detendremos en un sitio proverbial de playas casi desconocidas,

toda una catedral del paisaje marino. El lugar se llama: La Piedra

de Tlacoyunque.

 

¿Había usted oído hablar de Tlacoyunque?

Es una playa ecológica. Ahí llegan las tortugas a desovar. El

paisaje es de lo más fotografiable que se pueda imaginar. Las

peñas se meten al mar y una de ellas, enorme, ha dejado que las

olas le labren un gran arco donde se puede pasar nadando en

marea alta o con el agua a la rodilla en bajamar. No hay servicios.

Hay Palapas de lugareños pescadores que venden pescado frito, mariscos y refrescos en

todas las temporada. Casi no hay nadie sin llegar a ser desierta, ya que deberíamos

contar a los numerosos estudiosos y admiradores de las tortugas y la escolta de los nidos,

varios infantes de marina destacados para cuidar los codiciosos huevos.

Varias playas más se encuentran en el camino. Podemos citar:

Nuxco, Boca Chica, Playa Paraíso, Tecpan, Isla de los pajaros ( Michigan), El Papayo y Coyuca

que además luce su enorme y verde laguna.

 

Vienen luego las larguísimas playas

de Pie de la Cuesta y Acapulco,

de sobra conocido. Por cierto que

en Acapulco las playas son

abundantes y, una de ellas, parece

ser la más pequeña que se

encuentra en el Camino de las 200

Playas. Se llama Playa Langosta y

está en una estrechísima caleta,

entre la Quebrada y

Caleta-Caletilla.

 

En Acapulco las playas son, de

poniente a oriente, Caletilla,

Caleta, Playa Larga, Playa Honda,

Los Muelles, La Roqueta, Hornitos, Hornos, Playa Langosta, La

Condesa, Paraíso, Icacos, Puerto Marqués, Revolcadero y

Copacabana. Por supuesto hay más playas, pero algunas están en

pleno acondicionamiento.

 

Después de visitar el tan famoso puerto, proseguimos por la

carretera 200 hacia el oriente. Después de la laguna Tres Palos o

Papagallos el camino prosigue tierra adentro hasta llegar a Copala

donde desemboca el río del mismo nombre, pero antes de llegar

a este sitio hay un camino hacia el sur que nos lleva al poblado La

Fortuna, situado en la ribera de la laguna Chautengo, lugar poco

concurrido por el

turismo.

 

Playa Ventura

Ventura está ubicada en

la costa de Guerrero, a

unos 150 kilómetros. de

Acapulco, hacia

Pinotepa Nacional y a escasos 10 minutos de Copala.

 

Lo que diferencia a Ventura de otros pueblos costeños que aún

guardan su virginal naturaleza, es el abandono de las enramadas

de madera y guano, por modestas casas y restaurantes de

concreto, acomodados en desorden y pintados de brillantes

colores rosas, verdes y turquesas. Para quien busque la magia del

paisaje natural, con las modestas comodidades básicas de una

regadera, cuarto para dormir, buena y barata comida, playa

Ventura, es un buen sitio para vacacionar.

 

El pueblo se concentra en un tramo de la extensa playa y más

allá, siguiendo la dirección de las rocas hasta pasar el faro de

piedra, encontramos un recodo de mar: una deliciosa bahía que

silenciosa se abre entre la maleza y las enormes estructuras de

piedra. Este oasis de mediano oleaje se ofrece como una opción

de tranquilidad para abandonarse en la arena o en las templadas

aguas del océano. Otras posibilidades de recreación son visitar la

laguna, recorrer la costa y practicar los diferentes juegos de

playa, por la mañana salir con los nativos a pescar o bien visitar

los pueblos de Copala y Marquelia donde hay todos los

servicios, incluyendo gasolinera.

 

Si se ha preferido la hamaca o el campamento para dormir,

Ventura cuenta con pequeñas palapas abiertas y con techo de

guano para protegerse del sol y la lluvia. No es necesario portar

repelente pues en este lugar no hay mosquitos.

A quien guste de la algarabía bullanguera de las fiestas de playa,

durante los periodos de vacaciones en Ventura se organizan

bailes en los kioscos de los restaurantes y se hacen fogatas a la

orilla del mar.

 

Proseguimos después hasta llegar a Marquelia. Adelante la

carretera vuelve a adentrarse en el estado donde se cruzan varios

poblados hasta alcanzar San Juan de los Llanos.

 

Punta Maldonado, donde hay fuertes vestigios de las culturas

africanas, al pie del mar abierto y en dirección sureste, es otro

pueblo característico del lugar, pero para llegar hasta allí hay que

regresar a la carretera 200 y dirigirse después hacia

Cuajinicuilapa.